jueves, 31 de diciembre de 2015

El arte de vivir.

Esta vez fue al revés. Después de la calma vino la tormenta. Fue tenernos para después tenernos que olvidar. Pero todo pasa por algo…lo que llega y también lo que se va.
Sé lo que estás pensando… lo del futuro incierto y el qué será de nosotros. Sé que estás pensando en las más de 50 mujeres asesinadas este año por la violencia de género o en que cada vez haya menos gente que use el cerebro.
Nos pasamos la vida diciendo todo lo que tenemos que hacer para el poco tiempo que tenemos, cuando lo único urgente es vivir. Así que, improvisa y deja el miedo a sentir fuera, ¿o acaso somos alguien para ejercer poder sobre los sentimientos?
Hay que dejarse llevar por los instintos más primitivos, sin miedo a equivocarnos, porque a veces mañana ya es tarde. En mi caso, he llorado y he sobrevivido riendo. He conocido gente con formas muy distintas de entender el mundo. Y alguien me dijo que sé curar. También me he alejado de la gente tóxica y he mandado lejos a las personas que me han hecho sentir que soy difícil de querer.
Gracias. Al 2015 por ser tan bonito y tan hijo de puta. A los de siempre, por ayudarme a conseguir algún propósito y todos los despropósitos posibles, ojalá no os vayáis nunca. A los que llegan nuevos y han hecho por quedarse, aun sabiendo que no soy una persona fácil de llevar. A los que se fueron porque por vosotros sé que hay cosas que no volveré a permitirle a nadie. Y a los que nos han dejado, sobre todo a ellos, dondequiera que estéis… gracias, por enseñarme que lo único importante es vivir.

domingo, 25 de octubre de 2015

Ojalá no lo entendáis nunca.

He encontrado varias frases sueltas y sin sentido que escribí hace unas cuantas semanas. Las he leído tantas veces que podría decírtelas de memoria. Tantas veces que podría describirte el momento preciso en que sentí cada una. Por su culpa he sabido que hiciese lo que hiciese no sería capaz de escribir igual de feliz. Ojalá no haberlas encontrado nunca.

O mejor dicho...ojalá haberlas encontrado antes. Porque hoy he vuelto a parar, sólo para ser consciente de todas las cosas tan intensas y tan bonitas que he vivido. Y sé que no quiero deshacerme de los recuerdos que recuerdan las distancias ya insalvables y las promesas que no quiero volver a escuchar.

Sigo siendo la misma chica que sueña y sueña. Quizás más vivida, más madura y más fuerte. Lo único que ha cambiado es que ahora no necesito que nadie me bese las heridas, puedo sola.

De lo que estoy segura, es que no me arrepiento. Jamás me arrepiento. Arrepentirse es no haber entendido nada. Así que...

                                          gracias vida, por enseñarme a dejar ir y estar orgullosa de hacerlo.


martes, 26 de mayo de 2015

Yo quería escribirte...

Hoy me he dado el lujo de levantarme tarde, porque aunque el destino es caprichoso más lo soy yo. Hoy no quería pensar, pero es bien sabido por todos que cuanto más se huye de algo más te persigue.

Veréis, han pasado tan sólo unos meses desde que recuperé la fe en el ser humano. Después de sentirme golpeada, quién sabe si después de tocar fondo, ha vuelto la increíble sensación de estar ilusionada. No os imagináis lo bonito que vuelve a ser todo, el sentir un escalofrío recorriendo tu cuerpo o esas ganas de querer hacer mil cosas y otras mil más.

Nadie había sido capaz de darme tanto en tan poco y yo no puedo hacer otra cosa que arriesgarme y hacerle un hueco en este jodido desastre que es mi vida. De verdad que no quiero pensar nada, ni sentir nada que se parezca al miedo.

Tampoco pido que lo entendáis. Sé que esta vez es diferente. Lo sé por lo mucho que me cuesta despedirme. Lo sé por lo difícil que resulta quitar la sonrisa. Lo sé porque quiero darle besos en todos los rincones de Madrid y parte del mundo.

Así que...tú, sí, tú. Si estás ahí, te doy las gracias por dejarme ser yo y no buscar cambiarme. Te doy las gracias por aguantarme como nadie y por hacerme feliz todos los días, parece mentira que existan unas manos que te sostengan y te hagan sentir única.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Amor, ¿sí o no?

El más pesimista sigue teniendo esperanza. El que menos ataduras quiere sigue esperando la persona indicada. O incluso la gran persona que me dijo "soltero se está increíble, tía" sigue creyendo en el amor.

A menudo me pregunto cuáles son los motivos por los que nadie es capaz de alejarse de su pasado, sino que lo manifiestan día a día. Pasado, presente, algo ilógico. Ya no sólo se trata de su incapacidad para cerrar la cicatriz, sino del sentimiento permanente de que alguien, en otras circunstancias, la reabrirá de nuevo. Y así, sin más, colocamos la coraza porque no queremos volver a correr el riesgo. Pero, ¿una vida que no conlleve riesgos? Eso sí que es ilógico. 

Y ahora, por un momento, pensemos en la otra persona. Viviendo en el gran dilema de seguir adelante, dejarse llevar, arriesgar o quizás no. Ni siquiera sabemos que también está llena de recuerdos y de cicatrices, unas más cerradas, otras no tanto... Y sin embargo, no va a dejar de luchar por lo que quiere, ¿o sí?

Aunque cada vez queden menos casos seguimos confiando en que habrá alguien para nosotros también. Porque... ¿quién no necesita sentirse querido?

Hoy en día las relaciones se rigen por ocio y 0 amor, quizás porque nadie quiere hacer todo tan complicado como es o como parece y al fin y al cabo todos prefieren disfrutar de esos ratos antes que andarse con quebraderos de cabeza. 

Entonces, ¿nos enfrentamos realmente a personas que han consumido todos sus sentimientos?, ¿son tan frías como aparentan?, ¿acaso después de pasar un día entero con ellas no han sido capaces de sentir ninguna emoción?

Pero quién sabe qué, a lo mejor un buen día encuentras a la persona y ya no quieres otra cosa, no quieres cambiar nada. La cuestión está en que ni nosotros mismos sabemos que queremos, es por eso que lo hacemos tan difícil.

Lo único que sé a estas alturas es que el gran Charlie Hunnam tenía razón cuando decía: "abrirnos para que el otro sepa todo de nosotros nos rompe la armadura. Mostrar nuestro interior nos hace vulnerables. Por eso el amor da miedo".