miércoles, 18 de diciembre de 2013

"Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa."

Se terminaron los disparos en forma de recuerdos. Ha llegado un punto, por extraño que parezca, en el que las heridas no te debilitan, sino que te hacen más fuerte.
Llevo días contándolas y tratando de entender entre café y café la facilidad que tienen ciertas personas de olvidarlo todo y de marcharse sin haber inventado al menos una despedida. Por mucho que uno pase página o pase el libro entero cada noche vuelven (a mi cabeza y a mi cama) las mismas ganas de dormir contigo, las del principio.

Sin embargo, te aseguro que ya nada importa si podemos vivir o vivirnos de nuevo, aún no es demasiado tarde para volver a creer. Hablo totalmente en serio; imagínate lo bonito que sería que llegara el día que nos tengamos y a pesar de ello, nos sigamos buscando.

Me conformo con volver a ser tú, volver a ser yo, volver a encontrar los motivos que fueron y nos traen de nuevo aquí. De verdad que busco una pequeña salvación que me proteja de noviembre y del tremendo miedo que me da hace 1096 días. La misma a la que poder dar las gracias por los sueños.

Tan sólo necesito conversaciones bonitas hasta las tantas y que después, llegue la calma a todos los rincones que no sean la cama.