jueves, 3 de enero de 2013

Que será de ti y que será de mí.

La mayoría de las personas piensan que para escribir una carta de amor hay que estar enamorado. Sin embargo, yo no lo pienso, por eso te la escribo a ti, mi gran amigo, para decirte todo lo que nunca te he dicho.

Sencillamente, es indescriptible cuando sé, cuando siento, que llegaste para marcar la diferencia entre todo lo demás. Aunque más sencillo aún, es entender que momentos como las noches de verano, las largas llamadas telefónicas y la música dan sentido a mi vida.
Tan pronto apareces cuando lo necesito para decirme que tranquila, que afloje, que las cosas saldrán bien; como se nos pasan las horas muertas riéndonos de la vida. Sin duda son esas fuerzas, esa fe que tienes en ti y en mí la que me contagia las ganas de querer siempre más.
Pero más tremendamente maravilloso es que seas el único que de madrugada me recuerde que nos debemos  un paseo, una charla o cualquier otra de esas bonitas nimiedades. 
Es por todo eso, que sólo sonrío, sonrío a oscuras, justo antes de dormirme, al recordar unas frases que decía Federico Moccia: "Ninguna relación humana contempla la posibilidad de que uno se halle en posesión del otro. En cualquier pareja de almas, las dos son absolutamente diversas. Tanto en la amistad como en el amor, ambas, codo con codo, levantan las manos juntas para encontrar aquello que ninguna de las dos puede encontrar por sí sola..." con las que me doy cuenta de lo realmente importante. Como que te tengo, que vivir acompañada no dejará de ser lo más genial y que los caminos de mil millas comienzan con un paso.

Ojalá y siempre nos quede un poco de futuro y unas cuantas palabras sentidas que compartir.

Atentamente: Sara Reina.

1 comentario:

  1. Vale, estoy alucinando. No sólo eres increíble tú, sino todo lo qe sale de tí. Deja las ciencias querida amiga porque, sin duda, esto es lo tuyo. Nunca dejes de escribir, porque privarás al mundo de una gran lectura realmente maravillosa.


    Isabel

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