domingo, 23 de diciembre de 2012

Cosas que no pueden cambiar nunca.

10:58 a.m. Resulta genial levantarse con los rayos irrespetuosos que entran por tu ventana. Olor a café recién hecho, tostadas para desayunar, llamada telefónica para mamá, música de Jazz de papá. Y después de esto, un precioso correo mañanero...

"Mi querida Sara,

Buenos días. Así me siento yo contigo...a veces!

Te quiero."



Y así, sin más, se te permite sonreír incansablemente. Sencillamente, porque estas cosas son las que no cambiaba por nada del mundo.

Sara Reina. 
Hoy más Reina que de costumbre.

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